Al presentarse a la declaración indagatoria del juez federal Sebastián Casanello, Melina Báez añadió que nunca había estado "en la sede de los bancos a los que se hace referencia en el hecho", en alusión a la investigación que acusa a los cuatro hijos del empresario de tener 25 millones de dólares en cuentas en Suiza.
La cuarta hija del empresario, Luciana, fue citada para el próximo jueves.
"La citación indagatoria dispuesta por VS parecería responder a una presión mediática y un claro direccionamiento del expediente por parte del señor juez hacia mí y hacia mi familia", agregaron Melina y otro de los hijos, Leandro, en su presentación ante el juez.
No existe en el expediente, alegaron, "ni una sola prueba que dé cuenta de que yo hubiera efectuado maniobras de lavado de dinero ni que hubiera cometido algún delito o que tuviera relación con los hechos investigados".
En base a documento, la UIF había pedido el pasado viernes la detención de Martín, Leandro, Melina y Luciana Báez.
El informe revelaba que los cuatro hijos de Báez eran beneficiaros de al menos tres cuentas en Suiza, y que el dinero era sacado de ese país a través de tres empresas radicadas en Panamá, Kinsky, Tyndall y Teegan, y una en Uruguay, Worldwide.
Martín Báez, único procesado de los cuatro, señaló ante el juez que "en lo sucesivo, previamente a convocarme a declaración indagatoria, verifique a través de los procedimientos legales correspondientes los datos que crea convenientes para avalar la hipótesis fáctica que entienda susceptible de configurar una imputación".
Los hijos del empresario se presentaron ante el juez en el marco de la misma causa en la que está detenido el padre por supuesto lavado de dinero.
Dueño de la empresa Austral Construcciones, Báez fue el principal adjudicatario de obras públicas en la provincia argentina de Santa Cruz (sur) durante los Gobiernos de los expresidentes Néstor Kirchner (2003-2007), oriundo y exgobernador de esa jurisdicción, y Cristina Fernández (2007-2015).
A principios de junio volvió a ser procesado por intentar reingresar al país casi 33 millones de dólares a través de la compra de bonos en Suiza entre finales de 2012 y abril de este año.
Ese dinero fue depositado en una cuenta de Austral Construcciones, y procedía de la empresa suiza Helvetic Services Group, que compró la financiera SGI.
Su procesamiento en este caso todavía no ha sido confirmado por la Cámara Federal, a diferencia del primero.