La cumbre, que se extenderá hasta el miércoles 6, tratará prioritariamente la cuestión de la posible anulación de los acuerdos de corresponsalía bancaria, lo que dejaría al Caribe "aislada del resto del mundo e incapaz de llevar adelante las transacciones bancarias más básicas", advierte el comunicado.
Varios bancos internacionales, casi todos de EEUU y Europa, advirtieron a sus bancos clientes en el Caribe de su renuencia a continuar llevando adelante sus asuntos como parte de sus estrategias de "reducción de riesgos", pues la región ha sido calificada de guarida fiscal y acusada de contar con sistemas fiscales laxos.
Sin embargo, en un encuentro previo los gobernantes caribeños "subrayaron que todos los Estados miembros cumplen las normas internacionales, incluidas las del Grupo de Acción Financiera Internacional contra el blanqueo de capitales y las del Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información, y han sido fiscalizados en detalle por el FMI y otras instituciones multilaterales", dice el comunicado.
En respuesta a lo que califican como un "asalto económico", los países de la Caricom nombraron un grupo de cabildeo de alto nivel, encabezado por el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gastown Browne, para que represente los intereses de la región ante la ONU, la Organización Mundial del Comercio y el Gobierno de EEUU.
La Caricom también analizará en su cumbre los conflictos fronterizos entre Guyana y Venezuela y entre Belize y Guatemala y la situación de las personas de ascendencia haitiana que fueron desprovistas de ciudadanía por República Dominicana y quedaron apátridas, entre otros asuntos.