"Tras varios años de alianzas destructoras, reducción del comercio y aumento de ataques terroristas, Ankara se siente aislada a nivel internacional, luchando al mismo tiempo contra el movimiento kurdo dentro del país y el Estado Islámico", señala el diario.
Turquía está buscando "recortar sus objetivos en Siria", afirmó Aaron Stein, especialista del Consejo Atlántico en Washington. Su prioridad será reprimir a los kurdos y debilitar a Daesh. Para lograr estos objetivos, Ankara podría contar con el apoyo de Rusia, si deja de insistir en un cambio de régimen en Siria, observa el artículo.
Tema: Lucha contra Daesh
Sin embargo, será difícil realizar cambios bruscos, y algunas autoridades creen que la distensión entre Rusia y Turquía se centrará en los intereses económicos, opina el diario.
"Esto no quiere decir que serán muy amigos. Esto significa que tratarán de recuperar sus relaciones comerciales", declaró un diplomático occidental. "Estos poderes entienden que pueden tener intereses políticos contrapuestos, pero mantener los intereses económicos".
Algunos líderes de la oposición comentan que los grupos islamistas radicales respaldados por Turquía pueden resultar los más afectados de cualquier cambio. Recientemente Ankara despidió a su agente de inteligencia en Siria, lo que significa que el país otomano puede alejarse de la línea dura que rechaza cualquier acuerdo con el régimen de Asad, concluye el artículo.