La UE prolongó el 1 de julio las restricciones contra Moscú hasta enero de 2017 por su supuesto papel en la crisis ucraniana.
A la vez, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, firmó un documento que prorroga el embargo alimentario ruso hasta el 31 de diciembre de 2017.
"Muchos productores nacionales ven ventajas en las sanciones para el crecimiento de sus negocios", dijo Golodets a los periodistas.
En concreto, citó el caso de Crimea, donde son patentes las ventajas que proporcionan los nichos de mercado no cubiertos.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron desde el inicio de la crisis en Ucrania.
A finales de julio de 2014, EEUU y la UE impusieron varias sanciones que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa.
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Moscú respondió con un embargo alimentario, principalmente a los productos procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.