"Esas sanciones no harán daño alguno, son como una bala de fogueo", declaró el vicepresidente del Gobierno de Crimea, Ruslán Balbek.
El funcionario añadió que "la población de Crimea no se dejará intimidar por las sanciones".
"Crimea es parte de un gran país, Rusia, y todas las restricciones occidentales no han hecho más que estimular el desarrollo de nuestra economía", afirmó.
El Consejo de la Unión Europea prolongó por 12 meses, hasta el 23 de junio de 2017, las sanciones contra Crimea y Sebastopol "en el marco de la estrategia del no reconocimiento" de su incorporación a Rusia.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96 por ciento, avalaron esta opción.
Ucrania considera que Crimea es su territorio bajo "ocupación temporal". También Occidente calificó lo ocurrido como "anexión ilegal" y aprobó varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
La Cancillería rusa declaró en repetidas ocasiones que los crimeos votaron —democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU— por la reunificación con Rusia que respeta y acepta esta decisión.
Lea más: Crimea, preparada para la eventual prórroga de las sanciones
EEUU y la UE pusieron en marcha en 2014 sanciones individuales y sectoriales contra Rusia por su presunta implicación en la crisis de Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras un referéndum, que las potencias occidentales calificaron de "anexión ilegal".