"Lo que vamos a empezar a hacer a partir del próximo lunes es la coordinación de nuestros esfuerzos para terminar ese oficio tan exitoso de combatir el crimen organizado, vamos a revivir las reuniones pendientes decididas en Santa Marta (norte de Colombia) el año pasado", señaló Villegas, según el canal venezolano Globovisión.
Ambos funcionarios se reunieron en la tarde de este jueves en Caracas para evaluar la actividades relacionadas con la agenda bilateral en materia de seguridad en la frontera (de 2.200 kilómetros), la cual permanece cerrada en varios de sus pasos desde el 19 de agosto de 2015 por orden del presidente Nicolás Maduro, quien adujo la infiltración de paramilitares colombianos que chocan con uniformados venezolanos.
"Esa es una situación que no es la ideal para ambos países, el presidente Nicolás Maduro estoy seguro que está evaluando desde que lo hizo, desde que cerró la frontera y buscaremos para dar un paso hacia adelante, pero siempre creando las condiciones que nos permitan a nosotros generar un statu quo en la frontera de desarrollo, de convivencia", dijo, por su parte, el general en Jefe venezolano, Vladimir Padrino López, según Globovisión.
Sin embargo, y pese a destacar la coyuntura que el cierre representa para ambos países, Padrino López destacó que durante los diez meses que cumple la medida los índices delictivos han disminuido, toda vez que se ha realizado "incautación de drogas, de combustible y todos los insumos que son susceptibles de contrabando".
Desde el próximo lunes, la agenda de trabajo bilateral en torno al tema de la frontera estará enfocada en diseñar planes para determinar rutas de narcotráfico, lavados de activo y drogas, señalaron ambos funcionarios.
"Para Colombia es prioridad una frontera segura y próspera. Hemos avanzado en la lucha contra el contrabando, todavía hay cosas por hacer, hemos avanzado en que el paso ilegal de migrantes tampoco perjudique ni a Venezuela ni a Colombia, hay mucho todavía por hacer", subrayó Villegas.
A raíz del cierre de la frontera, más de 1.300 colombianos indocumentados fueron expulsados de Venezuela entre agosto y septiembre de 2015, mientras que otros 19.000 abandonaron por cuenta propia el occidente de ese país por temor a correr la misma suerte.
La dinámica comercial entre ambos países mantiene una progresiva contracción como consecuencia del cierre, la cual ha arrastrado consigo la eliminación de puestos de trabajo, el debilitamiento de varios sectores económicos y el cobro ilegal de peajes en la zona.
Sin embargo, este jueves, más temprano, el gobernador del venezolano estado de Táchira, José Vielma Mora, anunció en la emisora colombiana Blu Radio que el Gobierno de su país está próximo a reabrir la frontera, no obstante –advirtió– aún faltan reuniones entre el presidente Maduro y Juan Manuel Santos, de Colombia, para restablecer el paso de manera normal.