A pesar que el opositor Partido Republicano, con mayoría de 54 escaños en el Congreso, apoya el proyecto, el texto deberá obtener al menos 60 votos para ser aprobada.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, se encuentra en Washington, donde se reunió con legisladores estadounidenses para solicitar el apoyo a la ley más conocida como PROMESA.
Menéndez y otros ocho senadores demócratas reclamaban un debate abierto sobre la propuesta y denunciaron que los republicanos buscan posponer la decisión hasta último momento antes de que el 1 de julio Puerto Rico tenga que pagar casi 2.000 millones de dólares, para reducir las reformas al proyecto, indicó el periódico.
Las objeciones de Menéndez se centran en los poderes que tendrá la Junta, por encima del Gobierno electo de Puerto Rico y el requerimiento de una mayoría de cinco de los siete miembros que tendrá el órgano para aprobar la reestructuración de deuda.
Por otro lado, a principios de septiembre del año pasado, el Gobierno puertorriqueño presentó su Plan de Ajuste Fiscal, cuestionado por diversos especialistas que advertían que llevaría al país al estancamiento económico.
El plan incluía importantes recortes en educación, salud y beneficios laborales, al tiempo que establecía una serie de aumentos impositivos y habilitaba la participación de capitales privados en áreas que históricamente habían sido de gestión exclusiva del Estado, como la energía eléctrica.
La deuda de Puerto Rico asciende a unos 73.000 millones de dólares; el gobernador García Padilla sostuvo el año pasado que es "impagable".