Los esbozos de Ross, en efecto, tienen un vago parecido con el iPhone, ya que en ambos casos se trata de un rectángulo con una pantalla, según el medio.
En su solicitud de patente de 1992, el aparato en cuestión fue definido como un "dispositivo de lectura electrónica". Sin embargo, el inventor tuvo que retirar la patente en 1995, cuando no hizo frente al pago de la tasa de registro.
"El invento es un dispositivo electrónico computerizado, cuyo objetivo es presentar una alternativa a los medios impresos como libros, revistas, manuscritos y a los nuevos medios de comunicación", decía la descripción del aparato.
La solicitud de Ross ya ha llegado a Apple, que expresó su "confusión" por el pleito presentado.
"Cualquier búsqueda de demandas contra Apple a la luz de estos hechos carecería de fundamento y sería objetivamente irrazonable", ha respondido el asesor legal de la empresa, Jeffrey Lasker.