El diplomático citó como ejemplo de esta cooperación las acciones conjuntas en la lucha contra el grupo terrorista Daesh en Siria.
Mientras —señaló Meshkov— la Alianza sigue incrementando su potencial militar en el "flanco este" y mantiene el rumbo a la "contención" de Rusia.
"Es una amenaza directa a los cimientos de la seguridad europea, se observa una militarización sin precedentes de la Europa Central y de Europa del Este y casi todos los países de la OTAN optaron por aumentar sus gastos militares", destacó el viceministro ruso de Exteriores.
Daesh (o Estado Islámico) es una organización terrorista proscritos en varios países, incluida Rusia.
Control de armas
Al intervenir en una conferencia de la OSCE, el viceministro recordó que la OTAN propone a Rusia someter a una modernización sustancial el Documento de Viena de 2011 sobre medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad, buscando en primer lugar un mayor grado de transparencia de las Fuerzas Armadas de Rusia.
"No se pueden construir medidas de transparencia en condiciones de antagonismo, política de sanciones y renuncia a la cooperación militar. Hay que abordar en conjunto las medidas de confianza y el régimen de control sobre las armas", destacó Meshkov.
La situación estratégica en Europa, a juicio de Meshkov, se complica por el despliegue de armas antimisiles de EEUU en el este y el sur del continente.
El viceministro recordó que Washington no tiene la intención de revisar su plan de defensa antimisiles a pesar del avance logrado en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
En su próxima cumbre, que tendrá lugar en Varsovia el 8 y el 9 de julio, la OTAN dará luz verde al incremento de la presencia militar en el flanco este en lo que será el reforzamiento de la defensa colectiva a un nivel sin precedentes desde la guerra fría.
Se supone que será una presencia rotativa, avalada por un programa de ejercicios y acompañada de logística e infraestructuras que apoyen el preposicionamiento y faciliten un refuerzo rápido.