"Europa sudoriental tiene una necesidad de suministros adicionales de gas, así como de suministros de energía seguros. En este sentido, Rusia está dispuesta a transportar las cantidades necesarias de gas, tenemos recursos para hacerlo y somos competitivos. (…) Si a los consumidores europeos les interesa desarrollar la infraestructura (…), vamos a cooperar", detalló el titular ruso al comentar el proyecto del gasoducto Turk Stream.
Según declaró a principios de junio el presidente de Rusia, Vladímir Putin, "hay algunos problemas políticos con Turquía. Pero no hemos renunciado a ninguno de los proyectos —ni a South Stream, ni a Turk Stream—. Solo necesitamos que se aclare la postura de la Comisión Europea sobre dichos proyectos", apuntó el mandatario.
El gasoducto Turk Stream fue ideado como una alternativa al South Stream, proyecto que Moscú congeló en 2014 por la "postura poco constructiva" de la UE. Por su parte, en junio de 2015, Turquía autorizó las prospecciones previas para la construcción del tramo submarino del gasoducto. La capacidad de la infraestructura estaba prevista en 63.000 millones de metros cúbicos al año, recuerda el medio.
Sin embargo, el reciente mensaje del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, a su homólogo ruso, en el que expresa sus condolencias respecto a la muerte del piloto del avión derribado, podría influir en la situación de manera positiva.
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Ya en febrero de 2016, Oleg Aksiútin —miembro del Consejo de Administración del gigante de gas natural ruso Gazprom— afirmó que el proyecto Turk Stream podría reactivarse cuando las relaciones entre los dos países regresaran a la normalidad y se firmaran los respectivos acuerdos intergubernamentales necesarios para la construcción del gasoducto.