Tras la represión de protestas saldadas hace una semana con diez muertos en el desalojo de una carretera en Oaxaca, sur del país mandatario dijo que el Gobierno de México "lamenta profundamente estos hechos en los que hubo pérdida de vidas humanas.
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En una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Quebec, Philippe Couillard, reiteró que el Gobierno mexicano dialoga "para encauzar las eventuales diferencias".
Sin embargo, acotó que en las conversaciones que continuarán es un deber aplicar la ley de educación: “Lo que no está el Gobierno dispuesto a hacer es negociar la ley; no sólo la legislación educativa, ninguna otra está sujeta a negociación”.
El presidente latinoamericano dijo que el diálogo político con los representantes de unos 100.000 maestros en Oaxaca de un total de 1,5 millones en todo el país, busca "distender los ánimos que provocan violencia, desorden y caos en algunas partes" del país, sobre todo el sur, y "establecer bases que permitan darle solución a los puntos de diferencia".
En cuanto a las críticas por graves violaciones respeto a los derechos humanos, dijo que su país, "como no lo son todos, está abierto al escrutinio de los organismos internacionales que velan por los derechos humanos, ha recibido más de 50 visita en los últimos 15 años, de relatores de diferentes organismos internacionales para conocer el estado que guarda nuestro país en materia de derechos humanos”.
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El Gobierno afirma ha adoptado las recomendaciones que estos organismos han hecho en la materia: “más del 80 por ciento de estas recomendaciones se han atendido de manera favorable”, aseguró.