"Antes de los hechos de abril, decíamos que el problema debía ser resuelto con base en los compromisos; ahora para la gente es un poco difícil entender cómo se puede lograr un compromiso con un país que viola sus obligaciones internacionales", dijo en entrevista con Radio Vaticano al destacar que, sin embargo, hay que encontrar "la vía óptima".
El conflicto de Nagorno Karabaj que divide a Armenia y Azerbaiyán desde 1988 registró una escalada a principios de abril tras haber permanecido latente durante más de dos décadas.
Los enfrentamientos causaron decenas de muertos confirmados por ambos bandos y un número indeterminado de heridos sin que ningún organismo internacional haya hecho hasta ahora un balance independiente de esta espiral de violencia.
Desde el 5 de abril se mantiene un armisticio frágil, pero los bandos del conflicto se acusan periódicamente de violarlo.