"Hemos debatido futuras acciones para resolver los más espinosos problemas globales y regionales, el esfuerzo común en la lucha contra el terrorismo internacional, la tarea de potenciar la seguridad en Asia-Pacífico, las garantías para desnuclearización de la península de Corea", declaró Putin tras reunirse con Xi.
Entre las tareas comunes en materia de política exterior, el mandatario ruso mencionó "la contribución al proceso del arreglo en Siria, la preservación de la paz y la estabilidad en el mar de la China Meridional, así como en Asia Central.
También aseguró que Moscú y Pekín seguirán coordinando su actuación en diversos organismos internacionales, en primer término la ONU, la Organización de Cooperación de Shanghái y el Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
A su vez, el líder chino subrayó que en la actual situación internacional Pekín y Moscú deben fortalecer cooperación política.
"A medida que va cambiando la situación internacional, debemos (…) reforzar más el apoyo mutuo, fortalecer la cooperación estratégica, la confianza mutua, profundizando constantemente nuestras relaciones", dijo.
Agregó que Rusia y China se comprometen a "garantizar el equilibrio estratégico y la estabilidad globales, así como la firme defensa de la justicia internacional".
"Siempre hemos abogado por la solución política de las disputas internacionales", concluyó Xi Jinping.
Tras la reunión, los mandatarios firmaron declaraciones conjuntas para fortalecer la estabilidad estratégica global e impulsar el desarrollo del espacio informativo, entre otras.
