Recientemente, EEUU denunció un ataque aéreo ruso contra la oposición moderada siria e incluso envió dos cazas F-16 para "interceptar" a los bombarderos rusos. La parte rusa rechazó las acusaciones, aclarando que la zona en la que se había producido el ataque se situaba a unos 300 kilómetros del área marcada como territorio controlado por los opositores —y, por lo tanto, fuera del área del alto el fuego—.
Todo ello llama a analizar las capacidades de ambos bandos en el país árabe, según Zvezdá.
Las fuerzas de EEUU y sus aliados
La amenaza más 'tangible', según los expertos militares, proviene de las bases aéreas turcas de Incirlik y Diyarbakir, explica el artículo. Diyarbakir es un lugar de memoria infame para los rusos, por ser el punto desde el que despegó el F-16 turco que derribó el bombardero Su-24 ruso, mientras que Incirlik es una base que viene siendo utilizada por las Fuerzas Aéreas de EEUU y la OTAN desde hace años.
"Ambas bases tienen pistas de despegue de alta calidad. Pueden albergar a casi todos los tipos de aviones de la OTAN, incluso los 'radares voladores' AWACS", comentó el experto militar Alexéi Leonkov, citado por Zvezdá.
Además, en la frontera turca están desplegados complejos antiaéreos y radares que permiten monitorear la situación desde tierra, añadió el especialista.
Finalmente, los contingentes militares de los portaviones estadounidenses Harry Truman y Dwight Eisenhower, que serán desplegados en el mar Mediterráneo, portan hasta 90 aeronaves cada uno, lo que supondrá un aporte considerable a las fuerzas aéreas de las que ya disponen Turquía y Arabia Saudí.
Las defensas de Rusia
Los S-400, así como la presencia del contingente aéreo ruso, sirven como una eficaz herramienta de disuasión contra las tentaciones de invadir el país árabe, según Zvezdá.
"El despliegue de los complejos antiaéreos rusos no solo ha acabado con las violaciones de las fronteras aéreas sirias por parte de Turquía, sino que también ha confirmado que es posible crear una zona de defensa antiaérea eficaz en un período de tiempo muy corto", destacó Leonkov.
Rusia también es capaz de desplegar en el mar Mediterráneo sus naves portamisiles, como el crucero Moskva u otros buques de guerra dotados con modernos sistemas antiaéreos.
Así, ni EEUU ni la OTAN podrían recurrir al 'escenario yugoslavo' y lanzar un ataque aéreo masivo dirigido a destruir objetivos gubernamentales en Siria sin ser detectados de antemano y sin correr el riesgo de iniciar un conflicto a gran escala.
"En cuanto a las invasiones masivas, la doctrina militar de EEUU prevé alcanzar la supremacía en el equipamiento bélico de entre 3 y 6 veces. Pero ni en Yugoslavia ni en Irak los estadounidenses se enfrentaron con una defensa aérea potente. Por el momento, es imposible este escenario", asegura Leonkov.
En este sentido, sería interesante conocer la reacción de los marineros estadounidenses si Rusia desplegara sus submarinos en el Mediterráneo y sus complejos de misiles antibuque en las costas sirias.
Tal vez la táctica habitual de 'amenazar' con la presencia de portaviones haya dejado de funcionar, concluyó la cadena rusa.