Según Defense News, de esta manera los dirigentes turcos pretenden contrarrestar los ataques con cohetes desde el territorio del país vecino.
Los sistemas serán enviados a la sureña provincia de Kilis, según unas fuentes de seguridad turcas que cita el portal.
Entre el armamento en cuestión figuran el radar antimorteros Serhat, el sistema autopropulsado de defensa antiaérea Korkut así como dos baterías de lanzacohetes HiMARS (High-Mobility Artillery Rocket System).
Además, de acuerdo a Defense News, unos minidirigibles patrullaran un tramo de 70 kilómetros de la frontera, que en total se extiende por unos 900 km.
Anteriormente, Kilis sufrió numerosos ataques con cohetes desde las zonas colindantes sirias controladas por los yihadistas de Daesh (o autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia).