Según datos del Comité de Investigación de Rusia, 14 niños de entre 12 y 15 años que descansaban en un campamento de verano en Carelia (noroeste de Rusia) murieron al volcar los botes en los que viajaban en el lago de Siamózero debido a una tormenta.
Anteriormente se informó que los 13 cadáveres ya fueron trasladados a Moscú.
Según el portavoz, "equipos de rescate rastrearon toda la superficie del lago Siamózero, 12 islas y más de 60 kilómetros de la costa".
En total en la búsqueda participan 430 personas y 64 unidades de equipos técnicos, incluidos cinco aeronaves y 22 embarcaciones.
Un portavoz del Ministerio de Emergencias ruso, comunicó a su vez que las labores se realizan durante las 24 horas al día.
Señaló además que "ocho grupos de buceadores, incluido un aparato de aguas profundas Falcon rastrearon 3.300 metros cuadrados del fondo".
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A causa del incidente fue abierta una causa penal en el marco de la cual hasta ahora han sido detenidos cinco sospechosos, entre los que figuran la directora y el subdirector del campamento y tres monitores.