"Las sanciones de Rusia nos cuestan a todos cada vez más, sobre todo para nosotros, pues estamos más cerca y dependemos más del mercado ruso, al que exportábamos los alimentos producidos por nuestros agricultores", dijo Roivas a la sesión de PACE en alusión a las medidas de respuesta que Moscú adoptó contra aquellos países que impusieron sanciones contra Rusia a raíz de la crisis de Ucrania.
Al mismo tiempo, el dirigente estonio intentó justificar esas pérdidas.
"Es evidente que nos vemos obligados a pagar el precio de las sanciones de Rusia contra Europa, aunque la seguridad de Europa también tiene su precio, pero lo que no tiene precio es la libertad", enfatizó.
Roivas añadió que "Ucrania como país europeo se merece, igual que los demás países presentes, libertad y democracia".
Este semestre Estonia dirige el Comité de Ministros del Consejo de Europa.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron desde el inicio de la crisis en Ucrania.
A finales de julio de 2014 Estados Unidos y la UE impusieron varias sanciones que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa.
En junio de 2015 Rusia prolongó el embargo alimentario hasta el 5 de agosto de 2016 como reacción a la prórroga de las sanciones antirrusas.
Este martes los embajadores de la UE acordaron prolongar las sanciones económicas contra Rusia hasta el 31 de enero de 2017, aunque todavía se desconoce cuándo la decisión se hará oficial.