En su opinión en los últimos años Brasil se ha visto perjudicado porque en todas las negociaciones Brasil tenía que contar con sus socios de la región, lo que ha bloqueado la firma de diversos acuerdos comerciales con otros países.
Según su criterio, la idea no es acabar con la tarifa común, sino "flexibilizarla", para que Brasil pueda negociar con países fuera del bloque comercial suramericano, dando prioridad especial a China, según ha comentado en un encuentro con empresarios en São Paulo.
El ministro del Gobierno interino de Michel Temer también ha criticado la "línea masoquista" que Brasil adoptó en los últimos años, mencionando las concesiones unilaterales que el país llevaba a cabo, por ejemplo, reduciendo los aranceles a la importación de productos extranjeros pero sin exigir lo mismo a sus socios.
Una vez más el responsable de las relaciones internacionales de Brasil ha vuelto a atacar a los países vecinos conocidos como "bolivarianos": "Más que una opción racional la elección de esos socios fue motivada por un apelo ideológico", ha dicho, calificando la política exterior de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) de "multilateralismo fanático".