La Asociación de Contables de Australia y Nueva Zelanda (Caanz, por sus siglas en inglés) ha sacado a relucir que un 46% de los puestos de trabajo neozelandeses está expuesto a riesgo de automatización en las próximas dos décadas.
Por si fuera poco, esta alarmante tendencia afectará a los empleados encorbatados del denominado 'cuello blanco', es decir, a contables y abogados.
"A menudo, las tareas consisten en un conjunto de acciones repetitivas que pueden ser codificadas y realizadas por un robot, incluyendo muchas profesiones que actualmente se consideran de alta habilidad, como la de los contables, abogados e investigadores", se suma a la conclusión de la Caanz el profesor de la Escuela de Management de Massey, David Brougham.
Sin embargo, al preguntar a 140 empleados del sector servicios, el 87,5% de los consultados ha declarado a Brougham que cree poco factible la sustitución de su labor por la robótica moderna.
Los investigadores, sin embargo, sostienen que, en vez de relajarse, la mejor manera de asegurarse el puesto es afrontar el desafío.
"La oportunidad de sobrevivir de muchos profesionales y, entre otros, de los contables, dependerá de su capacidad para combinar varias competencias, incluyendo conocimientos en tecnología, visión estratégica y habilidades comunicativas", apunta el estudio de la Caanz.
Anteriormente, un bufete de abogados estadounidenses empleó al letrado-robot ROSS, basado en las tecnologías de la empresa IBM, precisamente para automatizar el trabajo repetitivo de los abogados. Así, la predicción del ente neozelandés sobre los próximos cambios en la industria es muy real.