Jonathan Hernán Rodríguez Moreira, conocido como 'Joni', estaba terminando la secundaria y había conseguido un buen trabajo, cuando fue asesinado por desconocidos en un asalto en la madrugada del 26 de febrero de 2015, informa el Clarín.
"Él tendría que estar estudiando, trabajando, disfrutando. Y sin embargo, nos cagaron la vida", declaró la mujer al rotativo argentino.
Desde ese trágico día, Ana Sabo, quien lleva a su nieto tatuado en el brazo derecho, lucha contra viento y marea para encontrar información sobre las personas que asesinaron a su nieto para llevarlos ante la justicia.
"La justicia lamentablemente no actúa rápido y tuve hacer esto buscando justicia por mi nieto": Ana María Sabo pic.twitter.com/ZhMlw7zcJK
— Radio El Mundo 1070 (@ElMundoAM1070) 16 июня 2016 г.
"No quiero venganza, lo que quiero es justicia", afirmó la mujer.
Según Sabo, hubo dos testigos del crimen, cuyas denuncias no pudieron ser incluidas en el expediente judicial por problemas con la policía. Sin embargo, Ana tenía los nombres de los tres sospechosos y empezó a buscar información sobre ellos.
"A los cuatro meses del homicidio, me enteré dónde vivía uno de los asesinos. Y decidí disfrazarme de prostituta. Me puse una peluca, un pantalón de mi nieta y entré diciendo que venía de la villa de 'Los Eucaliptus' y que quería comprarle 'falopa'. Y además dije que había una 'loca' que quería conocerlo", reveló la mujer al diario argentino.
Poco a poco la mujer fue consiguiendo información: un nombre, un lugar. Así fue cómo consiguió fotografiar a 'El Perro', uno de los sospechosos del crimen, que llegó incluso a amenazar a la abuela del 'Joni'. Sin embargo, como ella no vio a los asaltantes, su testimonio no es de peso para la Fiscalía.
#AbuelaCoraje Ana María Sabo: "Me metí en una villa y le saqué fotos a los asesinos. Pero la Justicia no hace nada" pic.twitter.com/C24baOl2zp
— Telefe Noticias (@telefenoticias) 17 июня 2016 г.
Por esa razón el caso está paralizado, esperando que aparezcan testigos o pruebas que permitan encontrar los lazos entre los sospechosos y el crimen cometido. Mientras, Ana Sebo no se rinde y espera que aparezcan las personas que puedan ayudar hacer justicia.