"Asumimos lo que ocurre de manera creativa y no pedimos ni intentamos convencer a nuestros socios europeos y estadounidenses para que levanten las sanciones", dijo al intervenir en la cámara baja del Parlamento Ruso.
Lavrov agregó que se refiere a las sanciones financieras y sectoriales y subrayó que sería "deshonroso" para Rusia pedir que se levanten.
"(Los socios occidentales) se convencen de que es necesario que Rusia regrese al G8, pero nosotros no damos ni daremos ningún paso al respecto", indicó.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz del conflicto en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras un referéndum celebrado en marzo de 2014, que las potencias occidentales calificaron de "anexión ilegal".
Ese mismo año EEUU, la UE y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un veto a las importaciones agroalimentarias.