"Si Ucrania comienza a darse cuenta de que no tiene el monopolio del transporte de la energía rusa a Europa, el chantaje de algunas figuras de ese país en relación con estos suministros cesará", señaló.
También otro proyecto de Gazprom, Nord Stream 2, ha provocado el rechazo de algunos miembros de la Unión.
Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia enviaron a finales de 2015 una carta a Bruselas señalando que el proyecto aumentaría la dependencia de Europa del combustible ruso y debilitaría la seguridad energética de la UE, además de desestabilizar aún más la situación en Ucrania, vía principal de tránsito del gas ruso a Europa.
En contra de este plan ha votado enérgicamente Ucrania, país que teme dejar de ser la vía principal de tránsito del gas ruso a Europa.