En abril de 2015, el nuevo sistema entró en funcionamiento y se emitieron las primeras tarjetas.
La demanda de un nuevo sistema nacional va a crecer en el país debido a las sanciones y al elevado nivel de patriotismo de muchos consumidores, asegura la jefa del grupo de desarrollo de las tarjetas de un banco ruso, Svetlana Koroliova. Los principales bancos del país tendrán que emitir las nuevas tarjetas, mientras que otras entidades no estarán obligadas a hacerlo.
Una investigación elaborada por el periódico Lenta.ru revela que la mayoría de las entidades consultadas empezará a emitir sus primeras tarjetas Mir a lo largo de este año. Los expertos creen que el banco que renuncie a la idea se arriesgará a perder una parte de sus clientes.
Hasta el momento, 13 bancos rusos trabajan con el nuevo sistema y ya han emitido unas decenas de miles de tarjetas, un número que, según los expertos, irá en aumento.
"Si en el sistema Mir se emplean algunas bonificaciones o tarifas ventajosas tanto para los clientes como para las entidades, el nuevo sistema podría competir con facilidad con otros sistemas de pago", aseguró un representante del banco Russkiy Standard a la edición rusa Lenta.ru.
La tarjeta se convertirá en una buena opción para realizar pagos en la península de Crimea. El banco de Crimea fue uno de los primeros en lanzar la emisión de las nuevas tarjetas y tiene previsto entregar más de 500.000 hasta que acabe el año.
Se espera que el nuevo sistema no solo funcione dentro de Rusia, sino también en otros países. El analista financiero Bogdán Zvarich está seguro de que el futuro del nuevo sistema dependerá no solo de la popularidad que el nuevo sistema tenga dentro del mercado ruso, sino también de la presencia que consiga en el extranjero.