"No me cansaré de decir que por parte de nuestros servicios responsables de la lucha antiterrorista no ha habido la menor negligencia ni falta de reflexión", dijo Valls a la cadena France Inter y agregó que conoce lo complicadas que son las tareas que tienen esos servicios.
La noche del lunes al martes Larossi Abballa, un islamista radical condenado en 2013, apuñaló a un oficial de policía y tomó como rehén a su mujer –también empleada de una comisaría local– e hijo de tres años en el domicilio de esta familia en Magnanville, a unos 50 kilómetros al noroeste de París.
El agresor fue eliminado durante un asalto y en el lugar de los hechos fue hallado el cuerpo de la mujer, mientras que su hijo fue encontrado vivo.
Se informó que durante las negociaciones con las fuerzas especiales, el asesino juró lealtad al grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).