"Condenamos con fuerza el brutal asesinato de Mr. Robert Hall, ciudadano de Canadá, después de haber permanecido cautivo por el grupo Abu Sayyaf en Sulu durante los últimos nueve meses", ha dicho Aquino.
"Este último crimen atroz nos sirve para fortalecer la resolución de nuestro Gobierno para poner fin a este reino de terror y bandolerismo", ha añadido.
El mismo grupo ya había decapitado en abril a John Ridsdel, también canadiense, después de que su Gobierno se negara a desembolsar el rescate exigido.
El grupo islamista pidió un rescate por la vida de Hall, la de una mujer filipina y un hombre noruego, además del previamente ejecutado Ridsdel.
Un vídeo mostraba a los tres secuestrados implorando a sus gobiernos que cumplieran las condiciones de los islamistas.
Trudeau repitió que su Gobierno no paga a terroristas porque los rescates contribuyen a fomentar su actividad y lo contrario convertiría en objetivos preciados a los millones de canadienses en el extranjero.
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El grupo islamista, nacido en la rebelión musulmana que afecta al sur del país, mantiene en su poder a otros rehenes de países como Japón, Holanda o Malasia.