Entre los rasgos técnicos peculiares del avión ruso, Adalberto Netto destacó la optimización del consumo de combustible debido al peso reducido de la aeronave. El responsable consideró que esta característica resultaría muy útil cuando se produce un cuadro económico complicado. Netto también destacó como un punto a favor de la aeronave el tamaño del fuselaje que, entre otras ventajas, permite una salida más rápida de los pasajeros.
"Esto es precisamente lo que despierta el interés de las empresas de Brasil. Es una solución que permitirá a las aerolíneas gastar menos y ganar más mientras los pasajeros disfrutan de más confort", añadió.
Hay que dedicar bastante tiempo a determinar todos los pormenores del acuerdo, algo que es "una cosa normal" en este tipo de cooperación, según Netto. Se prevé que la nueva fábrica entre en funcionamiento a finales de 2016 o principios de 2017.
El responsable recalcó que no es el único proyecto ruso-brasileño que se está desarrollando en el Estado de Paraná ya que actualmente están en marcha proyectos de cooperación en el ámbito de las tecnologías médicas y la infraestructura, así como en el de la cibernética.