El renovado diálogo político, un nuevo patrón de relaciones económicas diversas y el intercambio de dos culturas profundas, son los ejes del futuro de la relación bilateral, dijo el diplomático al terminar esta semana su misión de tres años y medio en Moscú.
El primer punto notable de la relación es "el diálogo político bilateral que ha avanzado en reuniones de cancilleres, viceministros y jefes de Estado, que han sostenido diálogos en el marco de reuniones internacionales, en un intercambio político fluido y constante", dijo el experimentado diplomático con más de 30 años de carrera.
En el plano energético, en el cual México ha abierto su industria petrolera a la inversión extranjera y privada, destaca la empresa rusa Lukoil, "que fue la primera en firmar en enero de 2014 un acuerdo con Pemex", la petrolera estatal mexicana.
Sobre las perspectivas de Lukoil, que participa en los procesos de licitación de contratos de exploración y producción de crudo, "si sus posiciones de licitación triunfan, tienen mucho que aportar a la producción petrolera mexicana".
Beltrán ve también probable y deseable que más empresas mexicanas puedan encontrar un mercado en la gran economía eurasiática con casi 200 millones de consumidores.
Otros rubros importantes son las exportaciones de autopartes y farmacéuticos "ya que Rusia importa el 70 por ciento de esos productos; sin embargo está pendiente el desafío de lograr la homologación de los estándares", explicó.
Ese paso abriría un mercado promisorio a la inversión de las empresas de autopartes, gracias a que México es una potencia de ensamblaje automotriz.
Las inversiones mexicanas detonaron en Rusia en materia agroalimentaria; por ejemplo, con la empresa mexicana globalizada Gruma, líder en la producción de harina de maíz y las clásicas tortillas mexicanas a nivel mundial.
El diplomático tiene la esperanza de que "se puedan destrabar las áreas de exportación donde nuestros amigos rusos no han sido particularmente rápidos, como en el tema de las exportaciones mexicanas de carne de cerdo y de lácteos".
Hay una primicia en esa materia: "la semana pasada, el director del servicio fitosanitario de Rusia, ofreció que iría destrabando los obstáculos en las próximas semanas", anunció Beltrán.
Así, la relación económica entre los dos países "avanza más allá del comercio, para construir una relación de mayor profundidad".
Coincidencias internacionales
A nivel multilateral, entre el país euroasiático de unos 146 millones de habitantes y la nación latinoamericana de unos 120 millones, ha habido muchas convergencias.
Asimismo, ha habido "una coincidencia en el combate al crimen organizado y el terrorismo internacional".
Otros temas han contado con el liderazgo de ambos países, tales como "la defensa del medioambiente y la reforma de la ONU".
"Los temas de coincidencia son muchos más, solo hay un pequeña diferencia, porque México en materia de desarme nuclear es mucho más ambicioso", explicó.
México, principal promotor del Tratado de Tlatelolco que convirtió a América Latina en una zona desnuclearizada en 1967, considera que "no hay una plena coincidencia en temas de desarme, pero el diálogo es muy fluido".
En esa dirección "México apoya el Acuerdo de Minsk alcanzado el año pasado, el respaldo a ese acuerdo orienta nuestra posición en ese tema, en el marco del Cuarteto de Normadía (Rusia, Francia, Alemania y Ucrania)", puntualizó.
Diálogo intercultural
También destaca, el intercambio entre dos culturas antiguas y profundas, en el cual la promoción de México ha tenido en Rusia momentos "icónicos" en los últimos cuatro años, dijo: por ejemplo, la celebración de la poesía de Octavio Paz en el Metro de Moscú.
"Cientos de miles de moscovitas entraron en contacto con la poesía mexicana" del premio Nobel de literatura; y otro gran éxito fue la exposición de la pintora surrealista y revolucionaria Frida Khalo (1907-1954) "donde las personas hacían colas para verla, a menos 10 grados de temperatura."
Las relaciones bilaterales son de larga data y van más allá de las coyunturas: en diciembre del año pasado se cumplió el aniversario 125 años de las relaciones diplomáticas ruso-mexicanas, que Beltrán celebró junto con el canciller ruso Serguéiv Lavrov.
Beltrán se lleva también satisfacciones personales: ha logrado que una oficina del Consejo de Promoción Turística mexicana y Promexico construyan un pequeño jardín al lado de la embajada: se llamará como el prócer mexicano de la Independencia "Miguel Hidalgo".
Y finalmente, recuerda con cariño los paisajes del país euroasiático: "nunca había pescado, vine a pescar por primera vez en mi vida en un río ruso, pude conocer el desierto y la estepa rusa, su llanura y así entender un poco la maravillosa profundidad del alma rusa."