"El incidente con el derribo del avión ruso afectó más a Kemer que a otros balnearios de la provincia de Antalya. Tuvimos problemas el año pasado pero ahora el turismo en general está al borde del colapso", dijo citado por RIA Novosti.
Según Unsal, la Cámara organizó una protesta en la que pidió a las autoridades turcas aplazar por un año los pagos de créditos y otorgar otros créditos sin intereses por un período de dos años.
"Es necesario también revisar la política en el sector turístico, en particular, congelar el número de hoteles, detener la construcción de centros comerciales y limitar el sistema todo incluido", comentó.
Los vínculos entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que un caza turco derribara en territorio sirio en noviembre pasado un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Tras el derribo de la aeronave, Moscú impuso restricciones a Turquía en los ámbitos de comercio, educación, turismo y empleo.