La economía nacional ya tocó fondo con la recesión y ahora va mejorando. La tendencia general es positiva, si bien los resultados demuestran una recuperación lenta.
"A mediados de 2015 registramos la caída máxima, que fue del 4,5% —del PIB—, pero desde entonces crecemos cada mes. La caída anual resultó ser del 3,7%. Seguimos decreciendo un poco, perdimos un 0,7% en abril, pero creo que para agosto dejaremos de tener un crecimiento negativo", comentó.
El responsable político estimó que la caída del PIB, según las previsiones de su Ministerio, puede cifrarse en el 0,2% anual. Sin embargo, Uliukáev no descartó un resultado incluso mejor.
Efecto de las sanciones
El titular de Economía expresó que la caída de los precios de los hidrocarburos, así como las sanciones tuvieron un impacto sobre la economía nacional. En 2014 y 2015, muchas empresas se vieron afectadas, debido a que, al contrario que el Estado ruso, una gran parte de ellas tenía una deuda externa considerable.
Este proceso causó la depreciación del rublo, generó inflación y repercutió en el presupuesto. Con el tiempo, no obstante, la situación se ha estabilizado y se ha visto aliviada gracias al reciente incremento del precio de los hidrocarburos.
"Tuvimos mala suerte con las sanciones, pero ahora no acarrean consecuencias macroeconómicas graves. En cualquier caso, una noción clave para la economía es la confianza. ¿Cómo podemos llevar el comercio internacional si no confiamos los unos en los otros?", sostuvo el titular de Economía.
Varios representantes de la industria germana y los gobiernos de ciertas regiones del país expresaron recientemente su voluntad de levantar las restricciones económicas que pesan sobre Moscú. Rusia alaba estas propuestas y está dispuesta a "allanar el camino para normalizar las relaciones", según Uliukáev.
"Si una parte expresa su buena fe, la otra responderá de la misma manera", comentó el ministro acerca del posible levantamiento del embargo alimentario.
Lea más: Alemania invierte en Rusia 600 millones de euros pese a las sanciones
En cuanto al interés de los inversores alemanes en Rusia, el ministro recalcó que, actualmente, el país eslavo representa un mercado perfecto para las inversiones: la tasa de cambio hace que los precios de los valores sean bajos y el coste de trabajo sea inferior que en China.
"Cada euro que se invierte ahora, en unos años se multiplicará. El inversor gana mientras nosotros desarrollamos tecnologías y capacitamos a los trabajadores. Para facilitar este proceso, luchamos contra la burocracia", afirmó.
La sustitución de las importaciones es el resultado de la depreciación de la moneda nacional y no está vinculada con las contramedidas rusas, enfatizó Uliukáev.
Admitió que, inicialmente, se elevaron los precios de los alimentos, pero aseveró que "esta etapa ya pasó". Hoy en día, la demanda de productos locales se ha incrementado, según el ministro.
"Por el momento, la gente prefiere ahorrar, ya que la economía vive un periodo tenso. Con el tiempo, la situación cambiará y los rusos lo notarán", concluyó.