Para Konashénkov, "el espectáculo se interpreta siguiendo el cliché de siempre": primero, funcionarios de la Alianza hacen declaraciones alarmistas sobre una amenaza externa, creando "la impresión de que la OTAN es una ovejita acorralada por depredadores como Rusia y otros países no controlados por EEUU".
"El tercer y último acto es tranquilizador: aparece en el proscenio el secretario general de la OTAN diciendo que los rumores sobre la impotencia aliada son prematuros, pero que los contribuyentes de los países miembros debieran hacer un esfuerzo extra para fortalecerla".
Konashénkov piensa que "este año, el espectáculo llegará a su punto culminante el 8 de julio, en (la cumbre de) Varsovia", donde la OTAN anunciará a petición de Polonia y los países del Báltico el despliegue de un grupo terrestre en estos países, supuestamente para "contener" a Rusia.
"En el final, la amenaza rusa está neutralizada; los presupuestos militares, revisados al alza; y la vida cómoda de los burócratas de la OTAN, nuevamente protegida de invectivas por parte de los contribuyentes", ha concluido el representante de Defensa.