Las fuerzas de la Alianza Atlántica han rodeado a Rusia, que ahora se siente asediada. Esto puede tener consecuencias catastróficas y los europeos serán los primeros en pagarlas, vaticina el autor de la publicación, Jens Nilsen, en su blog en el sitio web del periódico danés Arbejderen.
Un nuevo conflicto global en el territorio de la Unión Europea implicaría seguramente el uso de armas nucleares, pero EEUU —que está muy lejos de Rusia— no sería el blanco de estos ataques, sino los países del Báltico, Polonia y Escandinavia, supuso Nilsen.
El autor opina que después de la disolución de la URSS, los rusos y otros pueblos de la antigua unión recibieron con los brazos abiertos la ideología de Occidente. Aun cuando la Alianza empezó a engrosar sus filas con los países que formaban parte del antiguo acuerdo de Varsovia, Occidente seguía insistiendo en que el mundo vivía una estabilidad creciente.
No obstante, ahora se ve que este tiempo ya pasó y muchas de las cosas que suceden hoy en día son alarmantes, advierte Nelsen.
"La marcha contra Rusia —a la que se sumaron los países europeos para que EEUU pudiera satisfacer sus intereses globales— puede tener conciencias catastróficas", afirma la publicación.
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"Claro que esto preocupa a los rusos. Tal vez Occidente lo haya olvidado, pero los rusos recuerdan que la Alemania nazi invadió el país por el mismo camino y mató a 27 millones de personas", observa el autor.
Segundo, la Alianza puede desplegar sus misiles balísticos cerca de las fronteras rusas debido a que George Bush anuló el Tratado sobre sistemas antimisiles en 2002. De esta manera, la OTAN puede desplegar sus misiles de crucero en Europa, según el autor.
Esto significa que actualmente existe la amenaza de un golpe rápido desde el mar Báltico contra, por ejemplo, San Petersburgo —la segunda mayor ciudad de Rusia con 5 millones de habitantes— que en solo cinco minutos podría sufrir un impacto, subraya el autor.
En este sentido los estrategas bélicos se ven tentados con atacar primero, confiando en que la OTAN pueda ganar la guerra nuclear contra Rusia. No obstante, en las condiciones reales sería un peligroso error ya que Moscú posee armas mucho más modernas que los países que hasta el momento han sido atacados por la Alianza, precisa Nilsen.
Tercero, las relaciones diplomáticas entre Rusia y Occidente en la actualidad están prácticamente congeladas. El republicano Ronald Reagan hizo muchos esfuerzos para acordar el desarme nuclear con el líder soviético Mijaíl Gorbachov en la segunda mitad de los 1980. Es increíble como un presidente demócrata, Barack Obama, ha conseguido, al contrario, poner Europa en una situación tan peligrosa, anota el artículo.
El columnista señala que la situación se hace más grotesca al ver la explicación de esta situación.
"Los medios nos dicen que 'Rusia es el agresor y Vladímir Putin es un loco' ¿Pero exactamente en qué supone un riesgo para nuestra existencia física? Nada hoy indica que Rusia quiera atacar el Báltico, y Crimea siempre estuvo descontenta con su permanencia en Ucrania —tras la disolución de la URSS—. Los rusos se sienten presionados, y en esta situación puede suceder cualquier cosa", concluyó.