La primera y la más clara razón es la presencia de 300 soldados estadounidenses en este país, cuya base está desplegada en el norte de su territorio.
"Votel quiso transmitirles el espíritu combativo", aseguró Zaman.
Segundo, la experta vinculó dicha visita con la operación prevista por las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) contra los yihadistas en el estratégico punto de Manbij. Durante su estancia en la región, Votel probablemente discutió las cuestiones de la planificación estratégica de la operación.
"La tercera y última razón de la visita es que fue un intento, en cierto sentido, de complacer a los kurdos", señaló, explicando que los estadounidenses les habían advertido directamente a las fuerzas de autodefensa kurda que, una vez terminada la operación contra Daesh, "ya no podrían quedarse en el territorio y afianzar su influencia allí".
"Es el punto crucial de las negociaciones políticas", manifestó.
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La otra parte interesada en dichas negociaciones es Turquía que, según la periodista otomana, está muy preocupada por las perspectivas de la participación kurda en la operación de Manbij. "Ankara teme que los combatientes kurdos logren cumplir su proyecto de fortalecer sus posiciones en la región y de formar un corredor —facilitando el tránsito de la población kurda a través de sus fronteras—".
La columnista sostuvo que el papel de EEUU consiste en mantener bajo su control "el equilibrio frágil de las fuerzas" en la zona.
Recordó la reciente conversación telefónica entre Barack Obama y su homólogo turco, durante la cual Erdogan recibió "garantías de que después de la operación, los kurdos no se quedarán en Manbij" y de que las autoridades locales, compuestas en su mayoría por líderes árabe, permanecerán en el poder. Al mismo tiempo, Zaman no excluyó que "en lo sucesivo, el control se realizará con la participación de las Fuerzas Democráticas de Siria".