En abril los militares hallaron una fosa común en la parte noreste de la ciudad en la cual había cuerpos de al menos 40 personas matados por los terroristas.
Un total de 31 cuerpos fueron extraídos de la tumba, entre ellos un niño y una mujer.
Varios muertos, mencionó la fuente, fueron decapitados.
Palmira, uno de los seis lugares de Siria declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, había caído en mayo de 2015 en manos del autodenominado Estado Islámico, o Daesh, grupo declarado terrorista por la ONU y proscrito en numerosos países, incluyendo Rusia.
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El 27 de marzo de 2016, el Ejército sirio y el grupo Halcones del Desierto recuperaron el control de esta ciudad situada en la provincia de Homs con el apoyo de la aviación y la Fuerza Aeroespacial rusa.