"Los intentos de presionar a Rusia con sanciones unilaterales no conseguirán que renunciemos a nuestra política de principios ni que sacrifiquemos los intereses nacionales", declaró Lavrov en una entrevista que publica este miércoles el periódico húngaro Magyar Nemzet.
El ministro agregó que "la respuesta rusa a estos pasos inamistosos fue equilibrada y tomó en cuenta los derechos y las obligaciones derivadas de los acuerdos internacionales, en particular en el marco de la OMC".
Lea también: ¿Ucrania cumplirá los acuerdos de Minsk?
Además, el canciller ruso afirmó que Rusia no va a negociar con Occidente las condiciones para que se levanten las sanciones impuestas en 2014.
"Respecto al futuro de las restricciones, habría que dirigir esa pregunta a los que han desatado la espiral de sanciones. No hemos discutido ni discutiremos condiciones o criterios para cancelarlas", dijo Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que "la Unión Europea lo condiciona al cumplimiento de los acuerdos de Minsk por Rusia".
"Un condicionamiento absurdo porque Rusia, como es sabido, no es parte del conflicto en Ucrania", comentó el ministro.
Semejante enfoque, a juicio de Lavrov, "solo estimula a Kiev a sabotear impunemente la implementación del Conjunto de Medidas de Minsk".
"Las relaciones entre la UE y Rusia se han convertido en rehén de la política irresponsable del Gobierno ucraniano", dijo el ministro.
Además de la prohibición de entrada y la congelación de activos para decenas de cargos públicos y empresarios, Occidente prohíbe exportar a Rusia armas, productos de doble uso y tecnologías para la producción de hidrocarburos y no permite a los bancos rusos financiarse a más de 90 días en el mercado comunitario.
Lea también: "El mundo empieza a apoyar la postura rusa sobre Crimea y Ucrania"
En respuesta, Rusia embargó algunas importaciones, principalmente alimentarias, procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.