En 2010 alrededor de 64.000 personas murieron prematuramente en la región por estar expuestas al aire contaminado con hollín y ozono troposférico (el que se encuentra sobre la superficie terrestre), dos de los cuatro contaminantes climáticos de vida corta, a los que se suman el metano y los hidrofluorocarbonos (HFC) empleados en refrigeración y aparatos de aire acondicionado.
Nuevo informe en #UNEA2: La contaminación del aire mata a 7 millones de personas cada año. https://t.co/DW231nLner pic.twitter.com/V4KgBgDcAV
— ONU Ambiente (@PNUMA) 23 мая 2016 г.
Si no se toman acciones, para 2050 "podrían duplicarse las muertes prematuras por exposición a material particulado y ozono, mientras que las pérdidas anuales de cultivos se incrementarán cerca de 9 millones de toneladas", indica el informe.
Por otro lado, el estudio identificó que, si se logra una reducción de estos contaminantes que disminuya el calentamiento en la región entre 0,3 y 0,9 grados Celsius para 2050, se podrían abatir las muertes prematuras en un 25 por ciento.
El estudio sostiene que las emisiones de hollín pueden reducirse más de 80 por ciento en la mayoría de los países modernizando estufas y calentadores, mejorando los estándares de los vehículos hacia el Euro VI o equivalentes, instalando filtros de partículas en los motores, eliminando los modelos de alta emisión y reforzando la prohibición de quemas a cielo abierto en la agricultura.
"Razón por la cual, las emisiones de metano deben ser reducidas", dice el informe, por ejemplo, tomando medidas para captar el gas en la producción y distribución de hidrocarburos, separando y tratando los residuos biodegradables, aprovechando el biogás que estos generan y utilizando equipos de digestión anaeróbica para el manejo del estiércol del ganado.
En cuanto a los HFC, pueden eliminarse por completo si se emplean productos alternativos en la refrigeración y enfriamiento.