"Nosotros salimos —desde el descubrimiento de Brasil— del mapa de la pobreza, solo en el año 2014", aseguró la presidenta, que en estos momentos es sometida a un juicio político promovido por el Senado de la nación latinoamericana.
Según la mandataria, "el fin de la miseria es solo un comienzo, es un comienzo de más derechos, de más reivindicaciones, de más procesos".
"Entre ellos, el más importante es el de la casa propia, porque en la casa propia las personas crían a sus hijos", alegó.
"Nosotros contratamos, y en eso ellos (los senadores que la apartaron de la presidencia) no pueden entremeterse, contratamos en torno a 4.200.000 casas; de esas, ya entregamos 2.600.000, la diferencia es que ya están contratadas para la construcción", comentó.
No obstante, la presidenta advirtió que el desarrollo de este programa podría correr peligro.
"Nosotros contratamos 2 millones, además de esos 4.200.000, esos 2 millones son los que ellos están amenazando de no ejecutar y eso es muy grave", señaló.
La presidenta brasileña defendió que el proceso de mejoras del país parte de garantizar los derechos básicos de la población.
"Si no se garantiza el acceso a la educación, a la salud de calidad, a la vivienda, no consigues modificar realmente la situación en la que las personas viven", alegó.
La mandataria destacó que los grandes beneficiarios de los programas sociales de su Gobierno "son los niños y jóvenes, porque cambia el ambiente en el cual son criados, porque son residenciales, de muy buena calidad, con ambiente, con escuelas, con plazas".
"Lo mismo pasa con Bolsa Familia, que hoy atiende a 47 millones de personas (…) para dar un ingreso mínimo a las familias de más bajos ingresos", indicó, al señalar que la fundamental exigencia de este programa es la escolarización de los menores.
"Todo niño tiene que ser vacunado, tiene que pasar por exámenes médicos sistemáticamente, no se puede dejar de vacunar a los niños contra las enfermedades básicas", añadió.
Según la presidenta, con ello "mejoró la salud de los niños, disminuyó mucho la hospitalización, mortalidad infantil, hemos conseguido unos niveles que el país nunca antes tuvo, y se ha mejorado el rendimiento de los niños en la escuela".
"Y al mismo tiempo permitió –después de trece años que nosotros venimos desarrollando este programa– que la FAO, que es el órgano de agricultura de la ONU, saque a Brasil del mapa de la pobreza extrema", resumió.
La mandataria señaló que se amplió "el acceso de los jóvenes a las universidades de nuestro país; y no solo eso, creamos cuotas para pobres, personas afrodescendientes, indígenas y que cursaron en la escuela pública".
"Con eso cambió también el color de las personas que frecuentan las universidades; recientemente, nosotros hicimos un cambio en esa cuestión del acceso, porque el acceso se hizo a través de varios programas, y se amplió mucho el acceso a las universidades", destacó.
"Yo creo que es una gran conquista de Brasil, nosotros cambiamos el escenario social del país, el país no es el mismo que nosotros recibimos en el 2003", concluyó.
La semana pasada, el Senado brasileño aprobó por 55 votos contra 22 la apertura de un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, acusada de maquillar las cuentas públicas.
La mandataria queda suspendida por un plazo máximo de 180 días, periodo en que la reemplaza el actual vicepresidente Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño.