El ministro, que asistió a los funerales, calificó el atentado de "matanza".
Anteriormente se comunicó 4 muertos, 12 desaparecidos y 23 heridos.
La detonación se produjo en el distrito de Sarikamis cuando los habitantes locales intentaron detener, según las autoridades, a los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que habían cargado de explosivos un camión robado.
Diyarbakir, en el sureste de Turquía, es una zona de población kurda donde las fuerzas de seguridad reanudaron en julio de 2015 las operaciones contra el PKK, proscrito en Turquía, EEUU y la UE como organización terrorista.