De acuerdo con el rotativo británico The Independent, la acción fue organizada por el artista Oliver Bienkowski, quien tenía el objetivo de destacar los nexos del país con el grupo terrorista conocido también como Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países.
El reino árabe fue acusado anteriormente de haber contribuido de manera indirecta a la aparición de Daesh a través de la propagación de la ideología fundamentalista del wahabismo. Además, acusan al Gobierno saudí de haber financiado a los grupos extremistas en Siria.
La misma Arabia Saudí aseguró de manera tajante que no tiene vínculos con Daesh y que no ofrece ninguna financiación al grupo. Para sustentar sus palabras, los funcionarios saudíes suelen recordar el trabajo conjunto del reino con Italia y EEUU en prevenir el financiamiento a las organizaciones terroristas.
Recientemente Arabia Saudí condenó a 10 años de cárcel y a 1.000 latigazos al bloguero Raif Badawi por criticar al Gobierno del país.
La sentencia provocó indignación a nivel internacional, así como preocupación por la salud del condenado. Un análisis médico, realizado tras los primeros 50 latigazos, mostró que Badawi era ‘incapaz’ de soportar el castigo, por lo cual la ejecución del veredicto fue suspendida por las autoridades saudíes.
El grupo alemán Pixelhelper, que se define como "fuerzas guerrilleras para la formación de las orientaciones morales”, realizó una acción parecida a principios de mayo. Los activistas proyectaron en la pared de la Embajada de Turquía en Berlín las imágenes del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, con los bigotes característicos de Adolf Hitler.