Sánchez Cerén subrayó que la suspensión de Dilma Rousseff es un duro golpe a la democracia del mundo, algo que "en el pasado era conocido como golpe de Estado y eran los militares que lo hacían".
El presidente dijo haber mantenido una reunión de emergencia con el canciller Hugo Martínez, con quien decidieron pedir a la embajadora en Brasil, Diana Vanegas, que retorne a El Salvador.
"Nosotros creemos que se está vulnerando la democracia en Brasil y por eso es que hemos tomado esa decisión", dijo Sánchez Céren en la ciudad de Izalco.
Lo ocurrido en Brasil, para el mandatario salvadoreño, es "una manipulación política en el Senado".
El Senado de Brasil suspendió el jueves de su cargo a Dilma Rousseff por seis meses para juzgarla por presunto maquillaje de las cuentas públicas. La mandataria rechazó el cargo y aseguró ser víctima de un golpe de Estado. En su lugar asumió de forma interina el vicepresidente, Michel Temer, quien se había convertido en los últimos meses en su principal rival político.