"No estoy cansada de luchar; lo que estoy es cansada de las personas desleales y los traidores y estoy segura de que Brasil también lo está", sentenció la líder del Partido de los Trabajadores (PT) durante la Conferencia Nacional de Políticas para las Mujeres en Brasilia.
En medio de los gritos de "no habrá golpe" de las centenas de mujeres presentes durante el discurso, Rousseff insistió en que su fuerza para continuar reside en "los 63 millones de brasileños que no tenían atención médica y ahora tienen el Más Médicos" y advirtió su salida del gobierno conllevará la "eliminación de los gastos en salud y educación".
"Eso es lo que nos diferencia; yo no fui elegida para quitar derechos, el pueblo brasileño me eligió dos veces y esos 54 millones de votos que recibí serán honrados", sentenció la presidenta.
Nuevamente, Rousseff señaló al vicepresidente Temer y al expresidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, como "golpistas" y les acusó de usar el proceso "para hacer una elección indirecta en la que el pueblo está alienado y no participa" para alertar a los presentes de que "los golpistas ya han anunciado que van a privatizar todo".
"Tenemos mucho que conquistar y no pienso permitir ningún retroceso (…) Me siento víctima de una gran injusticia pero soy una víctima luchadora, que no desistirá y que mantiene su conciencia y su capacidad de luchar", concluyó la líder izquierdista dejando claro que la suspensión de su mandato en el Senado por 180 días solo será el principio de su lucha por salvar su mandato.