“Somos testigos de incesantes intentos de falsificar la historia y usar la temática de la II Guerra Mundial como instrumento de presión informática sobre nuestro país”, dijo al intervenir en un acto solemne dedicado al 71 aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi.
Al señalar que no puede menos que alarmar la profanación de los monumentos a los combatientes soviéticos que dieron sus vidas en la lucha contra el nazismo, el diplomático advirtió que Moscú se opondrá decididamente a este proceder inaceptable.
Anteriormente, el director del Instituto de Memoria Nacional de Polonia, Lukasz Kaminski, anunció la intención de demoler más de 500 monumentos erigidos en lugares públicos en señal de agradecimiento al Ejército soviético, aseverando que quedarán intactos los situados en cementerios donde están enterrados los soldados soviéticos y que el Estado polaco se ocupará de mantener esas necrópolis.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo anteriormente que Polonia ocupó el lugar de líder en la carrera europea de profanación de monumentos.
La Sociedad Histórica Rusa exhortó a las autoridades polacas a abstenerse de desmontar y destruir los edificados para honrar a los soldados soviéticos.