Además instó a las organizaciones de veteranos y a los historiadores de diferentes países a reaccionar con dureza a esta iniciativa.
Antes el director del Instituto polaco de la Memoria Nacional, Lukasz Kaminski, propuso derrumbar y trasladar a museos alrededor de 500 monumentos soviéticos que, desde su punto de vista, simbolizan "el dominio del sistema comunista sobre Polonia".
La Sociedad Histórica Rusa a su vez llamó a las autoridades, los parlamentarios y los historiadores de Polonia a abstenerse de cumplir este plan, señalando que representa en sí "la continuación de una guerra declarada a los monumentos y otras instalaciones conmemorativas que simbolizan la victoria sobre el nazismo lograda al precio de millones de vidas de los soviéticos".
Anteriormente, la Cancillería rusa declaró que Moscú no dejará sin respuesta el plan polaco de derrumbar monumentos soviéticos.