Tras el derribo de la aeronave, las autoridades se enfrentaron a los dos hombres que iban a bordo.
Uno de los sospechosos —presuntamente de nacionalidad colombiana— logró huir del lugar, mientras que el piloto boliviano de 58 años fue herido y capturado.
En el interior del avión los oficiales incautaron 70 kilogramos de cocaína, pero se estima que los delincuentes lograron esconder otros 200 kilogramos de droga durante los enfrentamientos, los cuales duraron alrededor de al menos una hora.
Hasta el momento, se desconoce la procedencia y el destino de los narcóticos.