En The New York Magazine, el 26 de agosto de 2015 Jonathan Chait afirmó que "Donald Trump va a perder porque está loco".
Más contundente fue Ben White en CNBC el 17 de julio al decir que "este reportero se compromete, aquí, en directo, a comerse un saco de clavos oxidados si el magnate inmobiliario y su peinado consiguen la nominación por el Partido Republicano".
"Seriamente, ¿alguien, aparte de Donald Trump, cree que su fama y su fortuna van a llevarle a algún sitio en las primarias republicanas y no digamos ya en unas elecciones generales?", se preguntaba el 20 de julio Peter Fenn en U.S. News & World Report.
De convertirse en candidatos por el Partido Demócrata y el Partido Republicano respectivamente, un 54 por ciento de los encuestados se decantaría por Clinton, mientras que un 41 por ciento lo haría por Trump.
Con todo, varias encuestas han señalado reiteradamente que Trump podría contar con importantes bolsas de voto oculto.