En el balance de enero a marzo de 2016, el organismo ha documentado 69 agresiones contra la prensa en el país latinoamericano: entre ellas, tres periodistas asesinados: Marco Hernández, el 21 de enero, en Oaxaca (sur); Anabel Flores, el 8 de febrero, en Veracruz (sureste); y Moisés Dagdug Lutzow, el 20 de febrero, en Tabasco (sureste).
En las regiones del país con el mayor índice de violencia del crimen organizado, "los periodistas encuentran en la autocensura una medida efectiva de protección, sin garantías para realizar su trabajo, la prensa ha cedido libertad en favor de su seguridad", dice el reporte emitido con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El organismo señala que, como resultado de la autocensura, "el silencio lacera más cuando la impunidad prevalece"; porque "las voces de inconformidad pueden ser silenciadas sin que exista consecuencia alguna".
En México "el disenso se vuelve incómodo para el Gobierno, pero es indispensable para construir una sociedad informada y crítica", prosigue el informe.
En 33 de los casos los responsables señalados como agresores han sido funcionarios públicos, y 12 de ellos involucran a uniformados del Ejército o fuerzas federales.
Artículo 19 ha documentado en este periodo un total de 15 amenazas, 19 ataques físicos o materiales, 12 casos de hostigamiento y acoso, 8 actos de intimidación, 6 privaciones ilegales de la libertad y 5 casos de violencia institucional.
Los medios digitales son los más agredidos, con 27 casos registrados; luego los medios impresos, con 14 ataques; las agencias de información, con 9 agresiones; la televisión, con 7; y la radio, con 6.
Finalmente, se registraron 6 agresiones contra periodistas independientes o freelance.