"La firma del acuerdo de paz no podrá ser más tarde del primer semestre de este año. Mi previsión es que si ambas partes se ponen a trabajar en la mesa para abordar los temas pendientes y no se pierde tiempo en discusiones innecesarias, pues para finales de mayo o junio estarían cerrados todos los puntos, incluido el acuerdo final", dijo Santiago.
Asimismo hay un "problema" sobre las zonas o territorios de paz, que el Gobierno pretende asimilar a "centros de reclusión", lo cual, según el asesor, es contradictorio, ya que si la guerrilla quiere participar en política debe interactuar con la población civil, observó.
"Es absurdo que una fuerza guerrillera que ha mantenido relación con la población civil históricamente, y que esa relación ha sido su principal sustento y apoyo en estos 50 años de conflicto, cuando en este momento además quiere desaparecer como fuerza guerrillera y convertirse en fuerza política, pues no tiene sentido prohibir la relación con la población civil", consideró.
Tales diferencias pueden solucionarse con trabajo intenso, de manera tal que el cese del fuego bilateral puede darse a fines de este año o comienzos del próximo cuando, agregó Santiago, "las FARC deberían estar en condiciones de concurrir a la normal confrontación política y electoral".
El asesor jurídico estimó que ante "las pequeñas crisis que vayan desatándose" en la negociación "no hay que ponerse nerviosos", ya que "lo importante es no perder tiempo, trabajar intensamente los temas pendientes y conseguir una mayor implicación en estos meses que quedan".
El Gobierno colombiano y las FARC dialogan de manera formal en La Habana desde noviembre de 2012 con miras a poner fin a un conflicto interno que dura desde 1964 y que ha dejado más de 220.000 muertos y 7,8 millones de damnificados, según cifras oficiales.