"Debemos seguir adelante, buscando las vías para construir relaciones más equilibradas entre trabajadores y empresas", dijo Bachelet durante las celebraciones del 1 de mayo.
Una de las medidas clave de la reforma laboral que obligaba a todos los trabajadores a formar parte de un sindicato fue rechazada la semana pasada por el TC, obligando al Gobierno a replantearse el ambicioso proyecto.
La "titularidad sindical" anulada por el TC pretendía también que los sindicatos fueran el único interlocutor de los empresarios durante las negociaciones salariales, algo que no sucede actualmente.
La Central Única de Trabajadores de Chile consideró parcial el fallo de la TC y llamó a acelerar la reforma de la Constitución, considerada como un resabio de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Por su parte, Bachelet ha anunciado que estudiará este lunes en detalle la decisión del máximo tribunal con el objetivo de decidir si veta el fallo o si reforma la ley.