El 30 de abril entró en vigor un nuevo alto el fuego que se mantendría en Damasco y en el suburbio de Guta Oriental durante 24 horas, y en Latakia y su periferia del norte durante 72 horas.
Desde el 27 de febrero en Siria está vigente un alto el fuego, acordado por Rusia y EEUU, países copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, y avalado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
El cese al fuego es una de las medidas que buscan poner fin al conflicto que el país árabe vive desde 2011 y que ha cobrado más de 250.000 vidas, según el balance oficial de la ONU.
Sin embargo, el enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, estimó la semana pasada que el número real de los muertos puede rondar unas 400.000 personas