Hace dos años, el día 2 de mayo, en Odesa se produjeron unos duros enfrentamientos entre los partidarios de la federalización de Ucrania (activistas de Anti-Maidan) y los radicales del Pravy Sektor (Sector Derecho en español), organización extremista proscrita en Rusia. Los nacionalistas incendiaron un campamento de manifestantes y luego prendieron fuego a la Casa de los Sindicatos, donde activistas de Anti-Maidan quedaron atrapados en su interior.
Estos sangrientos acontecimientos dejaron un saldo de casi 50 muertos y unos 250 heridos, según datos oficiales. Sin embargo, otras fuentes aseguran que los sucesos causaron muchas más víctimas. El político opositor ucraniano, Oleg Tsarev, afirmó que la cifra de víctimas fue de 100 muertos mientras que la revista digital Segodnia.ua informó, citando fuentes del cuerpo de bomberos, de más de 150 víctimas.
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Según afirma la revista digital Lenta.ru, está claro que la masacre puede volver a producirse en Odesa. Al igual que en abril ya tuvieron lugar enfrentamientos entre los activistas prorrusos y proucranianos, estos podrían volver a producirse en las fechas más peligrosas para la seguridad en la ciudad: el 2 y el 9 de mayo, cuando la gente quiera conmemorar a los fallecidos en la tragedia y los caídos en la lucha contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial.
Los nacionalistas del movimiento de Dmitri Yarosh, ex líder de ‘Pravy Sector', amenazan con acabar con todos los habitantes prorrusos de Odesa, donde ya acudieron los ultraderechistas y 300 combatientes del regimiento ‘Azov'.
"Nuestros activistas y soldados están totalmente dispuestos a reaccionar en cualquier momento y oponer resistencia al enemigo", ha afirmado el movimiento en un comunicado.
La organización extremista ucraniana ‘Bratstvo' (Hermandad), proscrita también en Rusia, amenazó con quemar el Ayuntamiento de Odesa. Asimismo, los radicales advirtieron que ya habían movilizado las organizaciones locales del movimiento para luchar contra los prorrusos.
"El mero hecho de que se exacerbe la tirantez nos habla de que a las autoridades ucranianas les falta seguridad. Está claro que la concentración de las fuerzas de seguridad en la ciudad y las declaraciones públicas tienen como único objetivo asustar y ejercer presión psicológica. Kiev tiene una duda razonable en cuanto a de qué lado estarían los residentes de la ciudad en una situación de confrontación abierta, por lo que no tratará de escalar la tensión, sino que evitará posibles disturbios", ha asegurado Yuri Tkachev, periodista de Odesa. Además, ha añadido que la posible violencia provocaría una reacción extremadamente negativa hacia Ucrania por parte de Europa y EEUU.
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Las autoridades ucranianas harán todo lo posible para evitar colisiones, ya que Occidente seguirá de cerca los acontecimientos en Odesa, ha opinado también Mijaíl Pogrebinsky, director del Centro de investigaciones políticas y conflictos de Kiev.
"En la ciudad hay bastantes radicales preparados para hacer cualquier cosa con tal de impedir que se coloquen flores en el lugar donde murió la gente. Pero después de la aparición de los nacionalistas armados será aún más difícil evitar provocaciones. Resulta muy complicado imaginarse que no habrá incidentes", opina el analista.
Como resultado, pasados ya dos años de la tragedia en Odesa, la situación en la ciudad no solo no ha mejorado sino que, al contrario, se ha deteriorado.