Saakashvili llamó al Gobierno de Kiev a tomar medidas, ante todo la víspera del aniversario de los trágicos sucesos en Odesa, justo cuando "los enemigos de Ucrania" se preparan para actuar.
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"Ayer en Odesa atacaron uno de los bancos centrales, fue atacado con mortero, y, como ya resulta habitual, nuevamente no se logró encontrar al culpable", aseguró el político al comentar los enfrentamientos entre los partidarios y opositores de las autoridades locales que tuvieron lugar con anterioridad frente al edificio del ayuntamiento.
El político denunció que "Odesa se ha quedado sin fiscales", al mismo tiempo que en Kiev los fiscales de la "genial Fiscalía General arman un nuevo festín de brujas, con la silenciosa aprobación de muchas importantes figuras políticas".
El gobernador pidió en su discurso dirigido al mandatario ucraniano, el envío a Odesa de unidades de la Guardia Nacional y de la policía.
La actual crisis en Odesa comenzó cuando el gobernador suplente de la región de Odesa, Alexandr Borovik, denunció que 29 los diputados del consejo regional contaban con la ciudadanía rusa, tras lo cual Saakashvili trató de destituir al actual alcalde de la ciudad, Guenadi Trujánov, acusándolo de separatismo.